La elección entre un suelo laminado y una tarima de vinilo dependerá de las necesidades específicas de cada proyecto y de las preferencias del usuario. A continuación te presentamos algunas consideraciones que podrían ayudar a tomar una decisión informada:
Resistencia al agua: Si el suelo se instalara en una zona húmeda, como un baño o una cocina, la tarima de vinilo podría ser una buena opción, ya que generalmente son resistentes al agua y la humedad. Ojo, comprueba que no lleven en el interior capas de tableros de fibra, como MDF o HDF. El suelo laminado, por otro lado, puede dañarse si se expone a la humedad o al agua, ya que aunque la capa de HDF interior es hidrófuga (en nuestro caso) ante el agua acumulada poco podría resistir.
Durabilidad: Ambos tipos de suelos son duraderos y resistentes al desgaste, pero la tarima de vinilo es un poco más resistente a los rasguños y las abolladuras debido a su capa superior de vinilo. El suelo laminado también tiene una gran resistencia a la abrasión, sobre todo si es AC5 y que encontrarás en Bricork.com.
Instalación: Tanto los suelos laminados como las tarimas de vinilo son relativamente fáciles de instalar, pero el proceso de instalación de la tarima de vinilo puede ser un poco más rápido y sencillo, ya que se puede instalar directamente sobre una superficie existente.
Aspecto y sensación: La tarima de vinilo suele imitar una amplia variedad de materiales, incluyendo la madera, la piedra y la cerámica, y puede proporcionar una sensación suave y cómoda. El suelo laminado también puede imitar la madera y otros materiales, pero su sensación puede ser un poco más dura que la de la tarima de vinilo.
